La mujer Leo es una de las mujeres más valientes que conocerás. Es cierto que tiene una sensibilidad especial y profunda, que se manifiesta especialmente si lastimas su orgullo, pero no te dejará ver eso.
Jugar con una mujer Leo significa jugar con fuego: te arriesgas a salir herido. No olvides por un momento que no estás tratando con cualquier felino, sino con su reina.
Es directa
Algunos lo consideran una cualidad, otros un defecto. Es cierto que la mujer de Leo dice las cosas por su nombre, no se esconde detrás de las apariencias y no tiene miedo de expresar su opinión de manera clara y de una manera.
Si no le gustas, lo sabrás desde el primer momento.
Siempre tiene el control
La mujer Leo es la que lidera. Coche, mando a distancia, grupo de amigos, todo. Decide en qué cursos deben inscribirse los niños o cuál es el destino perfecto para el fin de semana. Incluso la solicitud de matrimonio puede provenir de ella, si la pareja no está determinada o no es lo suficientemente rápida. Está tan orgullosa que no acepta que la obliguen a nada ni que la dejen esperar.
Es seductora
Consciente del poder de atracción que tiene, le encanta seducir, pero no a todos los hombres que ha conquistado y está realmente interesado. No dudes en retirarte o rechazarte categóricamente antes del primer beso si no estás a la altura de sus expectativas.
La mayoría de las veces, solo quiere probarse una y otra vez que es irresistible. En el dormitorio, no tiene inhibiciones. A ella le gusta dominar, pero también ser dominada. Al menos en la obra.
Ella no acepta que la dejen
Solo ella puede hacer eso. No concibe no tener la última palabra y, sobre todo, trastorna la noticia de que cualquiera, cualquiera, podría renunciar a ella. No se reconcilia fácilmente con este pensamiento, pero siempre te dejará con un aire de superioridad e indiferencia total y con la creencia de que has perdido lo mejor que has tenido.
Tiene sentido de aventura
Si tienes miedo no vivirás con ella. Es el tipo de mujer que se esforzará por descubrir nuevos lugares y experiencias, incluso si son exóticas o un poco arriesgadas. Y el tipo de madre que, incluso con el corazón en la garganta, todavía dejará que su bebé se sumerja o suba a la cima de la montaña más alta, si así lo desea. Cuidadosamente supervisado, por supuesto.